ARTEC es un equipo multidisciplinario que cuenta con especialistas que actúan según las necesidades de cada obra: pintura, escultura, talla de madera, cerámica, estofado, dorado, restauración de fotografía digital y papel, así como también técnicas mixtas, collage, etcétera.
Nuestra filosofía es restituir a la obra su capacidad comunicativa, respetando la obra de arte en todos sus niveles. Debemos tener la sensibilidad para reconocer el mensaje inscrito en la imagen y la habilidad para restituir su poder de comunicación con el espectador, por ello nos preocupamos por trabajar de una manera fiel a las intenciones del autor y a la función misma de la obra de arte
Nuestro enfoque consiste en parar el proceso de deterioro de la pieza. Para ello elaboramos diagnósticos y trabajos específicos que logran una mayor capacidad de conservación en los materiales. De esta manera la obra de arte conserva su estado original el mayor tiempo posible.
En la prevención asesoramos en el cuidado y mantenimiento de la obra, sobre aspectos cómo: manejo de obra en áreas de exposición y lugares de almacenamiento, y control de luz, humedad y temperatura en lugares de almacenamiento.
La prevención se enfoca en aplicar las medidas necesarias para evitar daños a la obra por negligencia o descuido.
La conservación es el trabajo preliminar que se realiza sobre la parte estructural de la obra. Esto consiste en estabilizar el proceso de deterioro en los soportes y permitir la preservación del objeto por un mayor tiempo en su estado óptimo.
La Conservación puede consistir en: Fumigación de maderas y/o papel o materias orgánicas; Estabilización de elementos como secado en caso de humedad, control de hongos y parásitos, etc. Reposición de partes faltantes necesarias para la seguridad de la obra, como elementos estructurales en caso de escultura o piezas tridimensionales.
La restauración es el complemento de la conservación y se enfoca en la parte estética de la pieza. Consiste en la reposición de partes faltantes, restitución de color, limpieza y cambio de barnices. Con la finalidad de que la relación entre obra y espectador no se vea entorpecida por daños o faltantes.
La Restauración puede consistir en la reposición de piezas faltantes no estructurales sino estéticas, o reposición de material pictórico para completar la imagen perdida o incompleta, reposición de barnices, que dan realce a la imagen, etcétera.
Se incluye en lo que técnicamente se denomina Taller de Caballete; toda obra pictórica realizada sobre cualquier tipo de soporte como, tabla, metal, madera, vinil, tela, papel, etc y que utiliza para ello cualquier medio pictórico, ya sea clásico o contemporáneo como: oleo, acuarela, guash y acrílico, o materiales no tan tradicionales como barnices coloreados, pintura automotiva, materiales orgánicos o minerales entre otros, como técnicas mixtas que pueden incluir objetos, texturas y/o elementos atípicos en pintura tradicional.
La obra de caballete se somete a un riguroso examen para revisar el estado de deterioro de todas las capas que la forman, desde el soporte hasta la capa final que puede ser la propia materia pictórica o el barniz. Una vez determinado el grado de intervención necesario para estabilizar la obra se realizan los trabajos de conservación y restauración de la pieza.
La Conservación de obras en caballete, puede consistir en el caso de una pintura sobre tela, en el retiro o desbastado mecánico del bastidor y su sustitución por uno nuevo habilitado especialmente para evitar el contacto de la madera con la tela; la limpieza de la tela soporte, el retiro de parches, entelados anteriores, reparación de rasgaduras, etc. La consolidación de las capas de la pintura, ya sea por reentelado a la cera o por inyección de adhesivos suaves para restituir la adherencia de la pintura a las bases de preparación y a la tela.
La Restauración de obras en caballete, puede consistir en el caso de un óleo, en la reintegración de color con pigmentos especiales para restauración, y se realiza mediante finas líneas o "Rigatino" que es la forma ortodoxa utilizada por los conservadores en Museos sobre obra catalogada como patrimonio cultural, o por medio de puntos de color para perder por completo la intervención.
La madera es un material orgánico, sensible a todos los cambios del medio ambiente: humedad, luz, calor y parásitos afectan su estructura interna.
La conservación en madera consiste en estabilizar todos estos factores que afectan la estructura: la reposición de partes estructurales, hidratar o deshidratar la madera, fumigarla externamente o por inyección o sumersión, consolidar la estructura interna inyectando materiales solidificantes, entre otros procedimientos.
La restauración de piezas realizadas en madera, se ocupa de la parte externa, en la reposición de las partes faltantes que impiden la buena apariencia de una escultura, la limpieza o cambio de barnices, y todo aquello que requiera la pieza para restituirle su integridad estética.
La técnica del dorado implica la aplicación de oro fino de diverso kilaje sobre superficies rígidas preparadas para recibir la hoja de oro con pastas o barnices. En la técnica tradicional de dorado, las hojas de oro se aplican una a una sobre la escultura tallada en madera, preparada con Gesso o Bol finamente bruñidos. La aplicación de la hoja de oro requiere de, herramientas e implementos especializados así como de un expertisse de muy alto nivel.
Encontramos las piezas estofadas, en escultura religiosa del período barroco principalmente. Una vez dorada la pieza, la hoja de oro se cubría con pinturas al óleo y posteriormente se podían Esgrafiar con líneas finas los diseños seleccionados con anterioridad. Se trata de un trabajo muy fino que requería de maestría en ambas técnicas.
Hay otra técnica de estofado más sencillo, que no requería del dorado completo de la pieza, sino que se cubría la escultura con pinturas al óleo y posteriormente se "imprimía" utilizando fierros para encuadernación con puntas decorativas que se aplicaban sobre la hoja de oro imprimiendo el oro sobre la pintura.
La restauración de una pieza estofada, en ambas técnicas, implica que posterior a la Conservación de la madera, se restituyan las pérdidas de color utilizando pigmentos especiales para restauración, aplicándolos por puntos o líneas finas, y finalmente se restituya el oro, ya sea con oro líquido, o con oro falso, es decir con pigmentos color oro.
Escayola: En ocasiones, para evitar la carestía de los materiales, el estofado se realizaba sobre esculturas de madera lisa "vestidas" con tela enyesada o escayola, que se cubría con el Gesso para posteriormente recibir el tratamiento del estofado.
En estos casos la Conservación-Restauración de la escayola consiste primero en recuperar las formas, con frecuencia "caprichosas" ya que se intentaba imitar el movimiento de las telas del vestuario barroco en escultura religiosa principalmente.
Las obras en papel tienen características especificas dependiendo de la factura del papel, la mezcla de fibras de celulosa y la técnica que esté dispuesta sobre éste, que puede ser Impresión Litográfica, Grabado, Acuarela, o Dibujo entre otros. EL soporte, siendo de celulosa, mantiene las características de un material orgánico y su problemática se puede agrupar en varios rubros: deformación por humedad, roturas, faltantes, degradación de color por sobre-exposición a la luz o por causas químicas, deterioro por envejecimiento, ataque de xilófagos, hongos, etc.
Los tratamientos pueden incluir la fumigación, el blanqueado del papel, la neutralización de la acidez que ocasiona los cambios de color, fijado de tintas, la limpieza mecánica en seco o acuosa, la consolidación y reintegración del prensado. Según la problemática que presenta la obra, se evalúan los procesos necesarios para hacer el rescate. Tratándose de materiales tan frágiles, los tiempos de trabajo son largos ya que es necesario dejar reposar la pieza el tiempo suficiente para determinar la reacción de la obra al proceso a que se ha sometido y así poder continuar en el mismo sentido o por el contrario, aplicar una aproximación diferente.
La cerámica prehispánica se nombra según la época y sitio arqueológico donde fue encontrada y el grupo étnico que la produjo. Son de barro cocido a bajas temperaturas y las hay vidriadas en color y con incrustaciones de origen orgánico y mineral. En el caso de las piezas modernas, regularmente reciben el nombre del inventor de la técnica con que fueron elaboradas, también se les da el nombre del lugar donde se producen, del sitio donde se encuentra la arcilla de la que están compuestas.
Durante el horneado, las piezas de cerámica pierden humedad, por el proceso de cocción del barro o la arcilla, por lo cual se produce una tensión interna que es la que hace posible que la pieza mantenga su forma. Al romperse la pieza, se rompe también esta tensión, lo cuál puede generar torceduras o “alabeados”.
La restauración de la cerámica consiste sobre todo en reforzar la pieza que, al recibir un golpe, genera en su interior pequeñas grietas que ponen en riesgo toda la pieza. Posterior a la consolidación de la estructura, se reponen los faltantes con materiales similares en textura y color. Cada elemento, en un inicio se trata indistintamente para luego trabajar la pieza como una totalidad.
En el caso de deformaciones por pérdida de tensión interna, el conservador debe respetarlas al ser parte de la historia de la pieza, o cuando no se trata de piezas prehispánicas o de un valor considerable, puede optar por limar las partes relevantes para intentar dar una apariencia de integridad.
La fotografía ha evolucionado mucho a través del los años. Cada técnica contiene un material especifico que afecta directamente a la calidad y permanencia de la imagen a lo largo del tiempo.
La fotografía antigua se realizó con materiales muy inestables como el nitrato de plata o el bromuro y agua sobre placas de vidrio cubiertas con gelatina o albúmina que por contacto se transferían al papel. El resultado creo imágenes altamente sensibles a la luz y a la humedad, amenazadas por las fricciones internas entre los diferentes elementos químicos que la componen. Estás imágenes por lo tanto son altamente frágiles por lo que requieren de cuidado y control preciosos de la temperatura, la humedad y la iluminación que inciden en ella.
Cuando uno de estos factores no es el adecuado puede generar pérdida de la imagen, hongos y esporas, el deterioro del papel, la degradación de colores.
La forma menos intrusiva de restaurar la fotografía es trabajar sobre un nuevo negativo con el objetivo de mantener el original intacto. Para ello se realiza un duplicado de la imagen sobre la que se realizará la restauración a base de técnicas digitales.
También se puede realizar una restauración directa sobre la impresión antigua en papel, dependiendo de la técnica precisa, se puede estabilizar el papel soporte, eliminar acidez, hongos y manchas en el papel, y consolidar la película en el caso de pérdida de partículas por falta de adherencia a su soporte de papel.
En el caso de técnicas como plata sobre gelatina o albúmina, es preferible trabajar sobre un nuevo negativo y conservar intacto el original.
Artec mantiene una liga constante con especialistas en la materia, dedicados a la investigación en laboratorio y a la elaboración de nuevas técnicas de aproximación al material fotográfico.